Verona es mucho más que la ciudad de Romeo y Julieta: es un destino Erasmus romántico, acogedor y con una mezcla perfecta de historia, cultura y vida universitaria. Su centro histórico está lleno de plazas animadas, ruinas romanas y rincones con encanto, donde siempre hay algo que descubrir.
Al ser una ciudad de tamaño medio, es fácil moverse y hacer amigos, y además el coste de vida es más asequible que en otras ciudades italianas. Las universidades tienen un ambiente cercano e internacional, y desde Verona puedes viajar fácilmente a Venecia, Milán o el Lago di Garda. Si buscas un Erasmus con estilo italiano, buena comida y buen ambiente, ¡Verona te va a enamorar!
Llega el momento de elegir destino Erasmus y hoy vengo a hablaros un poquito del que fue el mío: Verona. Es una ciudad al norte de Italia, pequeñita, la verdadera ciudad del amor de Romeo y Julieta. Fue mi primera opción porque quería un sitio pequeño, donde pudiera sentirme como en casa.
Yo solo me iba por seis meses y lo que buscaba era adaptarme a la ciudad, no sentirme tan pequeña como ya implica salir de casa, enfrentar un nuevo idioma y empezar de cero sin experiencia.
En cuanto a los estudios, al ser una ciudad del norte, suelen decir que todo es más estricto. Estudié Filología Hispánica y, la verdad, nos daban bastante caña durante el curso. No te ayudan mucho por ser Erasmus. Tuve bastantes problemas con el idioma, porque aunque mi carrera era en Lengua y Literatura Española, muchos profesores preferían dar las clases en italiano.
Cuando comentabas que tu nivel de italiano era un A2, algunos te sugerían directamente no apuntarte a la asignatura, buscar otra opción porque “no la ibas a aprobar”. Es decir, no todos los profesores dan facilidades, aunque algunos sí son más comprensivos.
Los exámenes eran orales, lo cual puede dar un poco de miedo (a mí me lo dio, la verdad), pero a la hora de evaluarte, eran un poco más permisivos y tenían en cuenta que eres Erasmus.
Verona es una ciudad pequeñita, y al menos en mi experiencia, no es una ciudad de fiesta de lunes a domingo. Aun así, había fiestas Erasmus: los miércoles en Amén, con reggaetón latino (español, sobre todo), y los sábados en LOVE, una discoteca italiana con más ambiente local.
Allí sonaba lo típico: música italiana, en inglés y algo en español. Muy, muy guay. Aunque no es un destino con muchísima fiesta, sí hay ambiente Erasmus. Además, como no hay tantos Erasmus como en otras ciudades (por ejemplo, en Roma hay más de 1400), creo que es un punto positivo.
En Verona éramos unos 60 o 70, lo que hacía mucho más fácil conocerse, hacer excursiones juntos y encontrar tu grupo. ¡Mucho más fácil ser 60 que 1400!
El alojamiento, sinceramente, fue muy complicado. Yo acabé en un piso recomendado por una chica que había estado de Erasmus el año anterior, y fue fatal. Mi casera era un horror: entraba cuando quería, no nos dejaba meter a nadie, y si venía alguien de visita, teníamos que hacer las comidas fuera porque no permitía personas ajenas en la casa.
No puedo recomendaros dónde estuve, pero mis amigas vivieron en residencias y estuvieron muy contentas. Es verdad que es algo complicado entrar, pero si lo consigues, ¡chapó!
Verona está muy bien situada para viajar. Aunque no tiene aeropuerto propio con muchas salidas, cogíamos vuelos desde Milán-Bérgamo, que está a una hora y media. Hay muchísimos vuelos baratos, y nosotras viajamos muchísimo por nada y menos de dinero.
Uno de los mejores viajes fue a las Dolomitas, el viaje por excelencia del Erasmus. No he visto paisajes más bonitos en mi vida, y solo por eso ya merece la pena ir a Verona. Yo no las conocía antes, pero muchos eligieron Verona solo por poder visitarlas.
El italiano es un idioma muy asequible. Yo me fui con un nivel básico que saqué para poder defenderme un poco, y fue suficiente. Es un idioma fácil, y aunque tenía la ventaja de que mi carrera se daba en español, otros compañeros que estudiaban Turismo, Fisioterapia o ADE, lo hacían en italiano y no tuvieron grandes problemas.
Eso sí, cuando empiezan los tecnicismos y las clases más complejas, la cosa se puede complicar un poco.
El Erasmus es una experiencia increíble. Si puedes hacerlo, hazlo. No lo pienses, no lo dudes. Al principio todos tenemos miedo, todos queremos volvernos a casa, pero no pasa nada si no es la experiencia de tu vida. Hay mucha presión con eso, pero si no lo es, no pasa nada.
Vas a viajar un montón, conocer muchísima gente, y ahora tengo amigos por toda España. Eso es lo que más feliz me hace. Es una experiencia muy, muy guay.
Sí, si buscas una ciudad pequeña, acogedora y con ambiente Erasmus. No es una ciudad de fiesta constante, pero permite conocer a mucha gente fácilmente y moverte como en casa.
Depende del profesor. No todos facilitan las cosas a los Erasmus. Algunas clases eran en italiano incluso si eran de Filología Hispánica, y los exámenes orales pueden imponer, aunque suelen ser algo más permisivos en la evaluación.
Verona tiene fiestas Erasmus semanales, sobre todo los miércoles y sábados, aunque no hay tanta oferta como en ciudades grandes. Aun así, el ambiente Erasmus es muy cercano y es fácil hacer planes y amistades.
Encontrar buen alojamiento puede ser difícil. Se recomienda evitar pisos con caseros estrictos y apostar por residencias, donde muchos estudiantes están más contentos, aunque es complicado conseguir plaza.
¡Sí! Aunque Verona tiene pocas conexiones aéreas, Milán-Bérgamo está a solo hora y media y tiene muchos vuelos low cost. Además, estás cerca de las Dolomitas, uno de los mejores destinos naturales.
Es muy recomendable tener una base, aunque no imprescindible si estudias algo relacionado con el español. El italiano es fácil para quienes hablamos español y se puede aprender lo básico rápidamente.
Sí, sin duda. No es una ciudad para todos, pero si te gusta el ambiente familiar, viajar mucho y conocer a fondo una ciudad italiana, Verona es ideal. La experiencia Erasmus allí vale la pena.
Si no quieres perderte todas las novedades sobre el Erasmus, déjanos tu correo