Varsovia, la capital de Polonia, es una ciudad moderna, dinámica y con un ambiente estudiantil brutal. Aquí se mezclan rascacielos y palacios, historia y vida urbana, todo con un toque joven y lleno de energía. Las universidades son grandes, bien conectadas y con muchos programas para estudiantes internacionales.
Además, el coste de vida es asequible, lo que te permitirá disfrutar de bares, conciertos, museos y fiestas sin preocuparte demasiado por el bolsillo. Barrios como Praga o Śródmieście están llenos de vida y creatividad. Si buscas un Erasmus con movida urbana, oportunidades y mucha variedad, ¡Varsovia es tu sitio!
Buenas, soy Pablo y vengo a darle la razón a ese amigo coñazo que no para de decirte que el Erasmus ha sido el mejor año de su vida, que no hay nada igual. Porque sí, tiene razón.
Yo hice el Erasmus en Varsovia, la capital de Polonia, y para mí es el destino soñado para lo que es el concepto Erasmus.
Viajes, gente, fiesta, barato. Lo tiene todo para disfrutar.
¿Y qué es lo que más nos puede preocupar? El tema de encontrar piso o residencia.
Yo os recomiendo, por mi experiencia personal, una residencia. ¿Por qué? Porque te da cosas que nunca te va a dar un piso: la cantidad de gente, la cohesión que se genera.
El típico: «Oye tío, que me he quedado hoy en la resi, ¿vamos a ver una peli?» o «Bajo a cenar, que hoy estoy solo» o «Súbete, que quiero enseñarte no sé qué».
Eso lo tienes al alcance de la mano con 10, 20 o hasta 100 personas con las que compartes residencia.
La verdad es que hay muchísimas opciones en Varsovia.
Yo, personalmente, fui a una residencia pública proporcionada por la Universidad de Varsovia. Solo puedes acceder si estudias allí. Cuesta 100 € al mes (un poquito más ahora, porque ha cambiado el tema del slot), y la verdad es que es totalmente recomendable.
¿Compartes habitación? Sí, pero si lo gestionas bien, hablas por grupos y lo organizas antes de llegar, puedes compartir con alguien español, o al menos con alguien con quien sientas más afinidad, aunque sea desconocido.
Yo lo compartí con un irlandés, y sigo recomendando esa opción, así que imagínate cómo está el tema de la fiesta.
A día de hoy sigo sin explicarme qué tiene la noche de Varsovia.
No lo entiendo, y cuando pregunto a la gente, nadie lo entiende tampoco.
Nunca he disfrutado tanto de la fiesta como allí.
Si querías reggaetón, tenías Teatro Cubano. Si querías techno, también lo tenías.
Si querías cualquier cosa, algo había. Era una pasada.
Y todo, todo, TODO lleno de españoles. No sé cómo lo hacíamos, pero invadíamos todo.
Y otro tema del que hablaréis nada más pisar España —bueno, o incluso estando en Polonia— es el de los viajes.
Modlin y Chopin son los dos aeropuertos que hay en Varsovia, y tienen conexiones espectaculares con precios súper, súper buenos a cualquier sitio de Europa.
Es lo que tiene estar en el centro del continente, supongo.
Te vas a cualquier capital: Viena, Praga, Berlín… y puedes hacerlo en bus, tren o avión.
Hay mil opciones.
A mí me sorprendió muchísimo. Es algo súper recomendable: haces un Erasmus lleno de viajes por precios que jamás pensaste que podrías pagar. Y encima, con ofertas y todo.
Se me olvidaba… ¡que me fui por la universidad!
¿Algo malo?
Lo único que puedo decir negativo del Erasmus es el Learning Agreement. Es un coñazo, un trámite horrible.
Te van pasando de coordinador en coordinador como si fuera una partida de tenis y tú no tienes ni idea.
Te puedes pasar seis o siete meses liado, que es más de la mitad del Erasmus, con un proceso lento que no depende de ti.
Pero bueno, es algo que te toca hacer y al final se soluciona.
En cuanto a la universidad allí en Polonia (bueno, en Varsovia), la verdad es que fue muy muy muy fácil.
Todo el que le preguntes te dice lo mismo.
Yo personalmente tenía asistencia obligatoria, así que tenía que ir a clase, pero los exámenes eran con más flexibilidad.
La verdad es que es otro rollo. No tiene comparación con España —y menos mal, porque si no no aprobaríamos ni una.
Así que hacedme caso, aunque no me conozcáis:
Id a Varsovia.
No os arrepentiréis… y os acordaréis de mí 😉
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